Mis cosillas =)

Bueno, como veo que por aquí hay gentecilla que publica sus relatos y tal... pues abro el tema para poner algunos de los míos, que los tengo por ahí olvidados... tengo algunos cortos, otros más largos, pero bueno, a ver si os gustan ^^

Para empezar: "Camina sola"

Camina sola, sin destino alguno, las nubes grises sobre su cabeza. Poca gente en las calles, es una tarde fría y apetece quedarse en casa. Los pocos aventureros que osan caminar bajo el cielo plomizo van armados con impermeables y paraguas. Ella no lleva nada de eso, pues nada de eso le sirve ahora. Ningún paraguas ni ningún impermeable serían capaces de aislarla de su diluvio particular. Con gesto delicado se aparta un mechón de pelo que el viento ha arrastrado hasta su cara. Tiene las manos frías, heladas. Comienza a soplar el viento, gélido y violento. Le corta la cara. Pronto se le encienden las mejillas de frío. Se lleva las manos a los labios para intentar darles calor. Intento fallido, no lo consigue. Comienza a no sentir los pies, no sabe si de frío o de dolor. Lleva horas deambulando por la ciudad, sin saber qué hacer, sin saber a dónde ir. Destino incierto. De repente, una lluvia fina comienza a calar en las ropas. Celosa de las nubes, ella también quisiera poder derramarse, poder hacer llover desde sus ojos, pero no puede. Las lágrimas se le secan en el último momento. La rabia invade su alma, no puede desahogarse, y eso la atormenta. Un nudo de emociones y sentimientos la invade por dentro, la asfixia poco a poco. Desea sacar todo lo que hay en su interior, pero es que lleva tanto tiempo guardándoselo que le resulta una tarea titánica, irrealizable.

  2 bolsa de novedades

Un banco solitario al fondo de la acera. Se sienta, la ropa y el pelo pegados a ella a causa del agua. El frío va ganando terreno poco a poco. Comienza a tiritar. El viento ayuda a quitarle los últimos vestigios de calor. Allí, sola, calada de agua hasta los huesos, temblando de frío, pensó. Pensó en tantas cosas, y en tan pocas a la vez. Su mente vagaba de un pensamiento a otro, recortando recuerdos, trazando puentes en su memoria, intentando encontrar algo que ella hubiera hecho mal, algo que sirviera de explicación para todo lo que estaba pasando. No creía merecerse tanto dolor, tanta pena, tanta tristeza. Y aun así, las llevaba consigo, marcadas a fuego en su alma y en su piel.

  Otro de Valencia iniciandose en el karting

No sabría decir cuánto tiempo pasó allí sentada, hundida en sus propios pensamientos, buscando un resquicio de luz, algo que se le escapara. Hurgando más en la herida, al fin y al cabo. La lluvia no cesó en su impertinencia. Las nubes amenazaban con descargar aún más. Poco a poco, la oscuridad se fue haciendo con el poder del cielo, anunciando la inminente llegada de la noche. Decidió que ya era hora de volver a casa. A casa. ¿A qué casa? ¿Acaso podía llamar casa al lugar en el que vivía, podía llamarlo “hogar”? No, se dijo, aquello era un infierno. Un infierno particular que la quemaba cada vez que se adentraba en él. Un infierno al que tenía que volver. Se levantó bajo la lluvia, y fijó el rumbo. El camino de regreso se hizo más corto. Es curioso ver las jugarretas que el tiempo nos hace.

Sacó la llave del bolsillo derecho, y abrió el portal. Las escaleras al primer piso se le antojaban un camino hacia el dolor, hacia la tristeza, hacia la soledad. Cada peldaño que subía le arrancaba un quejido insonoro de puro dolor. Gritaba por dentro. Gritaba de rabia, de impotencia, de desesperación, pero sobre todo de miedo. Gritaba de miedo al no saber si volvería a ver la luz del sol, miedo de no saber si la lluvia volvería a resbalar sobre su cara, miedo de no saber si acabaría esa noche viva… o muerta…

  Un día ajetreado en las termas.

Bueeeno, espero que no se os haga demasiado peñazo, largo o cosas de esas xD

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