Mi problema [ Cass]
Aquella habitación cada vez hacia más pequeña o era yo, no estaba seguro de que estaba pasando. Volteando sobre mis talones pude ver a ese demonio, con ojos pálidos amarillos -¿Tú? –
-Yo Sammy bienvenido a tu mundo- Dijo Azazel mientras sonrío- Yo soy el culpable de esto verdad? Bueno…en parte.
-Eres un maldito bastardo, voy arrancarte el corazón te voy a destrozar lo juro por dios- Me lanzo contra Azazel que desaparece, golpeando el frío metal mi puño. –Donde estas?- estaba perdiendo la cabeza o era solo imaginaciones que me estaba pasando, no puedo controlarlo por mucho tiempo. Respiro profundamente observo el rostro en el espejo que comienza a cambiar, mis ojos se voltean en negro –No – caigo espaldas, horrorizado por el reflejo-
No es no es real –Elevo la voz, empiezo golpear la puerta –chicos sacarme de aquí- Me estaba volviendo loco, apoyo la cabeza en la puerta de metal respiro agitado, siento que aquel habiente de aquel lugar se hace cada vez más gélido. Me incorporo del piso miro ambos lados, observo a un tipo riéndose –De que te ríes hijo de perra –
- pronto veras las cosas de otro modo solo tú debes aceptarlo–
A que te refieres? – me quedo mirando al tipo, me lanzo contra el para golpearlo pero me golpeo de nuevo contra la pared de hierro –Maldita sea –el tipo desaparece. Algo no marchaba bien mi cuerpo no respondía una fuerza superior me elevo rápidamente para golpear con fuerzas la pared de hierro, giro dando vueltas en la habitación sin poder páralo.
Despierto volteando observando a mi mismo de pequeño, me incorporo, el paladar esta seco estaba cansado agotado casi sin fuerzas por mantenerme. Trague saliva mientras me mire a mi mismo –esto es un sueño verdad?-
-O no ¿Por qué lo hiciste Sam? Casi estamos fuera del camino teníamos una vida-
Muevo la cabeza negando las palabras que salían de mi boca
–lo intente pero no pude a pesar de todo he luchado, por ser normal pero nunca lo seré nunca lo seremos.-
-Normal nunca seremos normales somos lo que somos –Voltea sus ojos en un amarillo pálido, cierro los ojos esperando no ver aquello más en mi mente los abrí había desaparecido.
Treinta minutos había pasando el calor se apodero de mi cuerpo el sudor resbalaba por mi rostro, cada minuto era una condenación un sacrificio mi propio infierno. Suspire levemente observe mi mano como templaba, la necesidad de aquella sangre demoníaca se apoderaba de mi, la necesidad de volver a probar aquella sangre para fundirme las fuerzas que necesitaba –Chicos sacarme de aquí – con las pocas fuerzas golpee el frío acero de aquella puerta blindada de hierro y sal.
El ambiente comezón a ser gélido, el vaho salio de mi respiración el signo de que algo estaba aproximándose algo como un espíritu enojado. –Chicos hey! Sacarme ahí algo aquí sacarme –golpeo con fuerzas la puerta, pero nadie respondía nadie al otro lado, estaba solo.
-Hola hijo-
Volteo girando sobre mis talones le vi, a mi padre. Ya no estaba seguro de que era real viendo, mi padre me observo con plante serio –Soy yo Sammy-
Cerré los ojos volví abrir mis parpados consternado de ver a mi padre – papa eres tú –me acerco a mi padre lo abrazo con fuerza –papa lo siento de verdad que lo siento-
-Tranquilo hijo, no tienes culpa – me separe de mi padre le mire su rostro estaba apenado, estaba seguro de que estaba apenado de ver lo que se ha convertido su hijo
–Papa te echado de menos –
-Lo se hijo mío, lamento lo que te he hecho he estado siempre huyendo de ti, pero ahora estoy más cerca puedes recompensarme –
Frunzo el ceño observo a mi padre- de que estás hablando – Se acerco a mi poso una mano en su hombro –de que tu me liberaras- Extrañado por aquello me separo observo que aquel hombre no era mi padre –No- si no el mismo demonio que torturo a mi hermano, el mismo que mate con mi poder.
- Alastair-
Alastair enseño una fila navaja que empuño contra mi pecho, un fuerte dolor invadió mi cuerpo. Me encontré atado si poder moverme, mientras Alastair cortaba trozos de mi piel hundía aquella navaja para extraerme los órganos – Ahhh para no lo hagas no-