Iniciativa Internacionalista- Sobre la crisis, causa y propósito
José Díaz Ramos. [Salón de Actos Palacio de Euskalduna. Bilbao]
Buenas tardes a todos.
Hoy vengo aquí a realizar una ponencia bastante explicativa al respecto de unos principios básicos que han influido y que defendemos desde Iniciativa Internacionalista. Para ello, me han ayudado compañeros cuyas palabras son mejores que las mías, y organizaciones hermanas.
Veamos. Actualmente estamos en crisis. No es ninguna novedad, lo sé. El Estado Español está inmerso en una crisis a nivel mundial -cierto que en algunos lugares es mas pronunciada, y en otros menos-, pero el hecho de que se de una crisis global no significa que los gobiernos queden eximidos de responsabilidad alguna derivada de sus mas elementales gestiones durante los años previos a ésta crisis.
El sistema de producción actual tiene la crisis integrada en él. Es decir, la crisis es parte inherente de éste sistema, puesto que es el periodo intermedio en el que los empresarios, tras haber exprimido un sector económico, tiene que replantearse donde volver a invertir, para esquilmar otro sector, y es por ello que se dan éstos intervalos en el proceso de sobreacumulación de beneficios que solamente nos provocan perjuicio a los trabajadores.
Bien, comprendiendo la situación de crisis actual, podemos asegurar que ésta crisis es fruto de unas políticas económicas anteriores, llevadas a cabo por los gobiernos del "bipartito", PSOE y PP- refiriendome a bipartito no por unión entre ellos, sino porque sus políticas son similares-. En la última década, los principales bancos estatales han cosechado unos beneficios de mas de 3.000 millones de euros, y su cupula dirigente, una oligarquía empresarial han recibido por lo menos 180.000 euros anuales de beneficios, extraidos y exprimido directamente desde las comisiones y tasas que cobran a los trabajadores por guardar "nuestro dinero". Sin embargo, la avaricia no les ha evitado cometer ciertos errores fruto de un largo proceso especulativo. Podriamos denunciarlos en un juzgado y ganar, puesto que no son otra cosa que asociaciones que con ánimo de delinquir actuan en perjurio de los derechos económicos, políticos y sociales de la población. Tipificado como delito en 15 articulos del código penal.
La mayoría de éstos delincuentes, pertenecen a los consejos de administración de las grandes empresas, rodeados por un séquito de periodistas y politicos cuya función es lograr la complicidad -en el mejor de los casos, la pasividad- de los órganos públicos. Es decir, el PP desde 1996 hasta 2004, y el PSOE desde 2004 hasta la actualidad, han colaborado activamente en la serie de desmanes y abusos que directamente han provocado la crisis actual.
Pero claro, la especulación solo produce dinero, y el dinero no se puede plantar para que florezca mas, así que éstos señores y sus corporaciones para contentar su depredación insana, tenian que mantener a los trabajadores encadenados al mercado de trabajo y a hipotecas basura a 50 años. Ahora, con la burbuja estallando, es al PSOE a quien le tocó la deningrante tarea de transferir fondos públicos pertenecientes a la mayoria endeudada y empobrecida, a la cuspide acaudalada.
En Europa, lo único que comparten los Estados miembros, ademas de la libertad para robar a los trabajadores y de las crisis, es la moneda, el mercado y la banca. Ésto, no beneficia absolutamente en nada a los trabajadores, sino que significa que en cada Estado miembro las diferencias de clase se agudizan, convirtiendo a los pobres en mas pobres y a los ricos en mas ricos, y encima, las instituciones del marco europeo en lugar de actuar consecuentemente, se muetsra una vez mas como herramienta del capitalismo, limitando los derechos laborales y sociales de los trabajadores, no sea que tomen consciencia y se levanten.
El sistema de bancos centrales europeos está formado por el Banco Central Europeo y por cada uno de los bancos emisores nacionales que están bajo su autoridad, como por ejemplo el Banco de España. Pero, lejos de cumplir su cometido, el BCE -y con él, el Banco de España- ha estimulado una elevación desproporcionada del precio de las viviendas. La causa de esta elevación es la especulación generada por inmobiliarias y ayuntamientos, financiada por bancos y cajas de ahorros. Bajos tipos de interés, baja inflación y alquileres abusivos completan el escenario en el que millones de personas han contraído ¡¡¡voluntariamente!!! hipotecas, como forma más racional de acceder a una vivienda -y, en muchos casos, a una segunda residencia-. Esta "racionalidad" ha convertido a la mayoría de la población en rehén del sistema inmobiliario y financiero cuya quiebra -anunciada desde hace años por todos los analistas- utiliza, como chantaje al Gobierno, la amenaza de colapso económico si no sale fiador de las entidades sobrevaloradas garantizando los depósitos e inyectando dinero en el mercado interbancario.
Tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España ponen el grito en el cielo ante cualquier comentario crítico sobre su política monetaria. Sin embargo, lejos de callar avergonzados por sus fechorías, ya imposibles de ocultar, presionan al Gobierno para salir de la crisis abaratando el despido, privatizando las pensiones, introduciendo movilidad geográfica, rebajando los impuestos de los empresarios, debilitando la negociación colectiva y sometiendo a los parados a un régimen disciplinario para que acepten cualquier empleo en cualquier condición.
La Alternativa de Iniciativa Internacionalista, nuestra iniciativa, es el socialismo.
El socialismo es austeridad digna y ecológica, consecuente con la naturaleza y participativa para todos y todas. Pero no el socialismo que propugna el PSOE, Izquierda Unida o el PCE, que solo es una carcasa degradada cuya función es proteger al capitalismo de su propia violencia. La Izquierda capitalista no hace campaña para defender los intereses de los trabajadores, sino para remendar los errores del capitalismo. No pone freno al mercado, sino a los políticos, obligandoles a adaptar sus políticas a las necesidades del mercado. No ocupan el estado para redistribuir el excedente social de arriba abajo y prevenir a la población de las amenazas del capitalismo, sino para entregar a banqueros y especuladores los recursos públicos que niega para vivienda, sanidad, empleo, educación y pensiones.
El socialismo propone limitar nuestros deseos irracionales para que vivamos como personas dignas e inteligentes. Por el contrario, el PSOE nos invita a emular a los triunfadores, convirtiéndonos en una horda de cómplices ignorantes, consumistas e impotentes. Esclavos voluntarios que damos gracias al dios mercado por no estar como en Somalia.
Lejos de nacionalizar la banca, procesar a los criminales multimillonarios y garantizar el crédito para actividades ecológicamente sostenibles, creadoras de seguridad alimentaria, relaciones cooperativas y empleo digno, el gobierno socialista ha puesto en marcha el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria para acometer la reconversión de un sector, ayer modélico y hoy bajo sospecha. Este fondo, dotado con más de 8.000 millones de euros pretende:
1) subvencionar la eliminación de quince mil puestos de trabajo fijo en Cajas de Ahorro y Bancos
2) reforzar la solvencia de las entidades que lo necesiten, aunque no lo merezcan
3) regalar dinero a la entidad que se fusione, absorba o compre a otra quebrada o amenazada.
La garantía para estas inyecciones de dinero fácil, barato y en algunos casos gratis, es de papel. Éstos partidos de falsa izquierda aplican un socialismo al revés: socialización de las pérdidas y privatización de las ganancias de los ricos. Con la burbuja inmobiliaria pinchada y la amenaza de quiebra de nuestro "grandioso" sistema financiero, llegan los despidos y el aumento del paro. Con la crisis, las empresas claman por su derecho a "crear riqueza"- para ellos. Esto significa redoblar las agresiones contra quienes, en pleno crecimiento, ya eran víctimas de despidos en masa, EREs fraudulentos, cambio arbitrario de jornadas, libranzas y ritmos de trabajo, suspensión de derechos laborales, sindicalismo amarillo único, explotación, paro y trabajo sumergido, amenaza de movilidad geográfica, retraso de la edad de jubilación, obligación de aceptar cualquier empleo a quienes cobran el paro y represión a quien diga no.
El "milagro español", hecho de especulación y explotación de las y los trabajadores más indefensos, no se explica sin la "modernización" de la izquierda y el sindicalismo. Dicha modernización consiste en poner la protección del beneficio empresarial por delante del respeto a los derechos humanos y sociales. No hay ninguna diferencia entre la derecha tradicional y la izquierda sindical y política, sobrevenida en nueva derecha, a la hora de considerar al capital como el verdadero sujeto de derechos, frente a los derechos de los ciudadanos y los pueblos.
Ésto, es lo que desean los de siempre. Esos que vendieron sus siglas y colores durante la transición, vendiendo a los trabajadores que se podia construir la democracia sin romper los lazos de la dictadura. Sin juzgar a aquellos que lo tenian y tienen "todo atado y bien atado".
Pero ahora, les ha salido un furúnculo, perdonen la expresión, en su santo y rico culo, y me parece que no les va a dejar sentarse en su poltrona de poder en mucho tiempo.
Muchas gracias.
Por la autodeterminación y el Socialismo.
Adelante Iniciativa Internacionalista.